Queremos terminar el año con esta boda, que acabamos de entregar y que ha quedado muy, muy romántica, que ciertamente es como empezó la historia de Amor entre David e Inma, que como os contamos en su preboda, todo empezó en Roma.

Se casaron un viernes de Julio, que para hacer honor al tiempo que hace en este mes, hacía bastante calor. La boda se celebró en Mancha Real, tanto la ceremonia que fue en la Iglesia de San Juan Evangelista, como el banquete nupcial, en el que disfrutamos en Los Jardines de la Almazara.

Allí nos reencontramos con varias parejas a las que les habíamos hecho sus bodas, y nos alegramos muchísimo de verlos. También conocimos a gente nueva, como a Bea, que lucía un espectacular tatuaje, que meses después pudimos fotografiar en el estudio.

La postboda la hicimos en nuestra siempre querida Baeza, a ellos también les gusta mucho su entorno y creemos que fue la mejor elección, pues se sintieron muy cómodos y quedaron unas imágenes, como hemos dicho al principio, muy, muy románticas.

La boda de Paco y Rocío estuvo cuidada hasta el último detalle, desde la preboda hasta la postboda, todo ha sido elegido a conciencia por los dos, ya que en cada lugar donde se han hecho dichas sesiones, tenía un significado especial para ellos, y así se ha convertido en una boda de destino para nosotros.

El día de la boda estaban todos guapísimos,  en especial ellos, Paco con un chaqué que le sentaba genial, y Rocío con un vestido precioso de Pronovias.

Pues a pesar de todo el calor que puede hacer un día de agosto, la boda fue muy bonita y fresca, gracias a todo lo preparado por los novios, que no dejaron de sorprendernos, y cuando llegamos al Cortijo del Madroño, que era donde se celebraba la boda, nos esperaban más detalles aún,

La postboda quedó super romántica, en la siempre preciosa ciudad de Salamanca, que nos ofrecía sus rincones maravillosos como escenario para las fotos de esta pareja tan linda. El tiempo también nos acompañó, y así pudimos disfrutar de un día inolvidable con Rocío y Paco.